Educación emocional infantil
Tu hijo necesita una buena guía, un modelo a seguir, unos valores a tener presentes y unas bases donde apoyarse en el viaje de la vida.
Apórtale seguridad para que fomente su autoestima y potencie sus recursos ante cualquier acoso de bullying o problema que se le presente.
Si le acompañas en el recorrido y le tiendes una mano puede desarrollar mejor sus habilidades, aprender a ser más responsable, ocuparse de resolver sus problemas y cumplir con las metas que se proponga.
Conviértete en su coach personal
Cada día es importante, porque nos ofrece la oportunidad de superar pruebas y aprender.
Sin dar nada por supuesto de antemano, tu hijo te va a sorprender con sus cambios.
Observa con discreción para poder ver sus habilidades y elige en que puede mejorar.
Enséñale el recorrido de las elecciones que toma, para que se haga más consciente del proceso y acepte las herramientas que le propongas.
Cuando los objetivos estén claros
¡Manos a la obra!
Dibuja un mapa con los puntos a seguir para tomar decisiones y dar el primer paso en la línea de salida.
Acompaña a tu hijo en el proceso para darle la fuerza necesaria y superar los primeros obstáculos y contrariedades del camino.
Convoca una parada en el momento adecuado para valorar el curso del objetivo u objetivos marcados.
¿Vamos bien? Si, ¡adelante!
No del todo. Toma nuevas decisiones, un nuevo rumbo a seguir.
Los niños tienen que experimentar, tienen que aprender a fracasar y la aventura de su desarrollo debe ser guiada y no dictada.
Por dónde empezamos
Todas las fases de la vida de un niño son importantes: educación, relaciones sociales, hábitos higiénicos, alimentación.
Vamos a estudiar cuál puede ser mejorada y actuar en consecuencia.
Las emociones
Ayúdale a mantener la serenidad en los momentos problemáticos: exámenes, conflictos, frustraciones, miedos…
Se sincera y explícales cómo has tomado tus propias decisiones y resuelto tus problemas.
Si mantienes al niño en una burbuja, lo aíslas de la sociedad, es importante que descubra que existe la diversidad para que la tolerancia lo nutra de nuevas maneras de vivir y de ver la vida.
Cuando se frustre, las palabras de ánimo a través de la escucha activa y un abrazo como apoyo, son claves para que pueda cambiar el foco de atención.
El miedo es repentino y supone un obstáculo en el camino del aprendizaje. Por eso cuando un niño lo supera, aunque el miedo sea muy pequeño ante tus ojos, el lograrlo es la hazaña más importante del momento.
Con la práctica del yoga, la meditación y las técnicas de relajación podéis aprender juntos a respirar de forma correcta para poder calmar la mente.
!Anímale a seguir avanzando¡
La amistad
Hacer amigos y mantener las amistades durante el tiempo fomenta la interacción para aprender a relacionarse, a tolerar a los demás y abrirse a la diversidad.
Cuida y apoya a las personas, tanto como te gustaría que te lo hicieran a ti. No dejes que nadie te haga lo que tú nunca harías.
Las rutinas y los hábitos
Encuentra la rutina cotidiana que más se acorde a su edad para que se implique en el orden, la limpieza y los hábitos higiénicos sin presionarle. Si se siente obligado, por tus órdenes o por el tono de voz que utilizas, huirán o se negaran a realizarlas.
Son nuestro espejo. Rompe el circuito del mal humor con una sonrisa.
Aprender a alimentarse
Ir a la compra, buscar recetas y degustar alimentos saludables le enseña al niño a cuidar su organismo, ser consciente y valorar los productos que la tierra nos ofrece.
Enséñale la verdadera nutrición, que prueben y elijan sin dejarse llevar por envases llamativos y anuncios publicitarios.
Momentos de relajación
Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan horas de relajación para tener mayor vitalidad.
Hablar sobre las cosas que han pasado en el día, escuchar atentamente y ayudarle a que piense en lo que quiere hacer en adelante, es una manera de meditar enfocándose en las metas que se quieren cumplir.
La figura de padre/madre responsable preocupado por su hijo, se renueva a la de ocupado de guiarlo dando lo mejor de uno mismo, para esto la paciencia y el tiempo que se le dedique es fundamental.
Los niños son el futuro, tienen que expresarse ahora con sus mentes abiertas y claras.
¡Tú eres su máximo apoyo!