Educación para la salud: pautas higiénico dietéticas
- Consume alimentos bajos en grasas, pasta integral, legumbres, proteínas, verduras y frutas.
- Que no piquen entre horas. Si lo hacen que sea una fruta o una hortaliza. Determina un horario de comidas.
- Comer despacio, masticar mucho el bolo alimenticio antes de ingerir ayuda a digerir los alimentos.
- Dejar espacio en el estómago, no llenarlo hasta no poder más.
- No ofrezcas como norma dulces, alimentos pre-cocinados ni comida preparada.
«Una cosa es tener hambre y otra muy distinta apetito»
- Respeta los gustos de los niños, siempre dentro de un orden.
- No confundas una buena alimentación con una alimentación excesiva.
- La bebida adecuada es el agua. Las bebidas gaseosas y azucaradas son adictivas y las tónicas contraindicadas.
- El ejercicio es fundamental para mantener todo el organismo en forma y activar «las endorfinas de la felicidad».
Los buenos hábitos alimentarios
Los niños aprenden imitando, si quieres que tus hijos estén sanos:
. Compra productos saludables de temporada en función de sus necesidades energéticas.
. Innova en la cocina para el gusto de todos.
. Es preferible, menos cantidad de comida y más calidad.
. Llévalos de excursión, o que practiquen algún deporte.
Una buena base alimentaria es fundamental para toda la vida.
Comer y Quemar
Hay madres que quieren que sus hijos coman galletas integrales con sésamo, mientras en el armario de la cocina tienen un cargamento de chocolates y batidos azucarados.
Existen también los armarios repletos de productos dietéticos (por si se cae en la tentación) y los niños especialistas en pasas y copitos de avena, sueñan con deleitarse con un helado de chocolate.
Cuando yo estaba dando el estirón, el pan con chocolate, las bolas de chicle, el regaliz enrollable, los ladrillos de goma, los super peta zetas, y un sin fin de gominolas cargadas de edulcorantes, deleitaban los paladares de la generación sin ordenador.
Estos chuches aportaban a la dieta esas calorías extras que quemábamos como locomotoras porque, a parte de la silla del colegio, el resto era movimiento continuo y, no creo que todos fuéramos niños hiperactivos.
La tecnología aún no dominaba el día a día.
Después de salir de clase, los patios de los colegios y las calles se llenaban de gritos, risas, rodillas rascadas y moratones.
El stick de árnica con harpagofito, que por cierto, va de maravilla por sus propiedades anti inflamatorias y analgésicas naturales, aún no estaba presente en los bolsos de nuestras madres «por si el niño se cae».
Aparte de alguna que otra cicatriz, siempre recordaré lo bien que lo pasábamos con juegos como «el churro media manga mangotero adivina lo que tengo en el puchero». Una diversión bruta, donde las espaldas aguantaban el peso de los amigos.
Si se gastan calorías hay que ingerirlas.
El problema de hoy es que falta ese gasto energético y que se ingieren demasiadas bolsas repletas de azúcares que además son adictivos.
Es importante que los niños aprendan a «no comer con los ojos».
Las gominolas no son alimentos. Se pueden comer con moderación cuando hay una celebración, si queremos mantener los dientes sanos y la barriga feliz.
El introducir en la dieta de los niños colorantes, por nombrar uno de los aditivos más usados, que se encuentran en helados, refrescos, caramelos, gominolas, etc, pueden ocasionar alergias.
Dejar de tomar aditivos y tantos azúcares ayuda a que los niños con el TDAH, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, mejoren su comportamiento.
Este síndrome engloba varios síntomas sobre la forma que tiene un niño de comportarse: moverse mucho, no tener emociones estables, ser impulsivo y prestar poca atención a lo que realiza.
Posiblemente lo que el niño intenta decir es:
¡Papa, mama, estoy aquí!. ¡Quiero que me prestéis atención!. No dejéis que la sociedad me drogue con pastillas y pantallas.
El TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico, eso dicen los médicos.
¿Y la causa?. ¿Cual es?.
Demasiada información, demasiada rectitud, demasiados aditivos en la alimentación, un tipo de educación caducada que aburre a un niño vivo con ganas de experimentar.
El niño, ese ser cargado de energía, explora el mundo de diferentes maneras:
. unos son inquietos, quieren ver, tocar.
. otros rebeldes ante un mundo organizado que ellos no entienden.
. los soñadores que se evaden con sus fantasías.
. más sociables o introvertidos.
Pero no son enfermos.
Este tipo de personalidad siempre ha existido, solo hace falta tiempo y paciencia para que la persona se moldee.
Con apoyo y motivación sacarán a la luz todo su potencial.
Los niños son muy sensibles, ofrecen menos resistencias si se les habla con cariño y buen tono.
Obesidad Infantil
Cuando el exceso de peso empieza a ser un problema de salud
Después de trabajar durante muchos años en un centro médico dedicada a la obesidad, mi conclusión es que este problema no es estrictamente por la cantidad de alimentos ingeridos.
Las emociones también tienen un papel importante.
¿Cuantos adultos o niños comen a escondidas o compulsivamente?
Te sorprenderías.
El estómago es un recipiente que hay que llenar, después los nutrientes se distribuyen y el organismo se queda con lo que necesita, lo que no lo desecha.
Pero la mente tiene sus deseos.
Recuerdo un caso de una madre que explicaba que había tenido que poner un candado en la nevera porque su hijo la abría y se bebía de un golpe 1 litro de leche o 1 litro de coca-cola, !insaciable!.
«La vida no te la ilumina una coca-cola» que contiene unos 110 gramos de azúcar por litro, 150 miligramos de cafeína, 150 miligramos de teobromina, que es un potente diurético, y 600 miligramos de ácido ortofosfórico, sin embargo es la bebida preferida de los adolescentes.
Otra madre me contaba que su hijo después de cenar devoraba una lata de atún pero de las grandes.
También las madres tienen sus vicios.
Las prisas hacen que no se sienten a la mesa para comer y se pasan el día comiendo entre horas.
O las madres que cuando el hogar se queda en silencio y se relajan se atiborran de bombones, ¡hay quién se zampa una caja!.
Siempre existen momentos en los que se pica entre horas o te relajas viendo una película comiendo un helado. Lo que no es un hábito saludable es aficionarte a ello.
Ser un adulto obeso conlleva un riesgo de salud que hace que acabes cuidándote a la fuerza.
Pero si eres un adolescente con kilos de más, la obesidad te limita a vivir una vida plena.
Llega el verano, la clase de gimnasia, los pantalones de moda, el chico que te gusta, todas estas situaciones pueden ser tan preocupantes, que no dejan disfrutar al adolescente de una de las etapas más fascinantes de la vida.
La vergüenza, los complejos, la baja autoestima y lo que más preocupa a los padres, el tándem anorexia/ bulimia, son temas muy serios que están presentes en nuestra sociedad.
Si eres tú la encargada de abastecer la despensa, elige una cesta de la compra ideal para todos.
Hay que dar a probar a los niños todos los alimentos, una dieta variada es lo más saludable.
Que abran su paladar al fascinante mundo de los sabores y su olfato al de los aromas de una cocina sabrosa y apetecible.
Una buena educación para la salud es un activo para toda la vida.